Estoy segura de que si has llegado hasta este espacio, te vas a identificar con alguna (o con todas) de estas afirmaciones:
- Quiero cuidar mi piel y, para ello, necesito saber exactamente qué le estoy poniendo.
- Me preocupo por usar productos respetuosos conmigo misma y con el medio ambiente.
- He empezado a hacer algunos de mis productos de cosmética en casa.
- He probado recetas de otras personas en internet y muchas no funcionaron como esperaba.
- No sé cómo adaptar las recetas que encuentro a mi tipo de piel o cómo sustituir ingredientes por otros con propiedades similares.
Después de lanzarte a crear tus propios cosméticos en casa, ¿cuántas veces te has encontrado probando una receta que parecía maravillosa en redes… pero que a ti no te funcionó?
Quizá dejaba tu piel más grasa, se separaba a los pocos días o, simplemente, no era lo que esperabas.
No es culpa tuya. Es que copiar recetas no es formular.
Y si llevas tiempo haciendo tus propios cosméticos en casa, es muy probable que ya estés lista para ir un paso más allá.
¿Qué significa formular?
Formular es crear una combinación de ingredientes desde cero. Saber qué necesitas para crear un cosmético concreto y elegir las cantidades de cada ingrediente. Y algo muy importante: saber que la primera fórmula que hagas probablemente no sea la que buscas pero que tienes el conocimiento para arreglarla.
¿En qué se diferencia de seguir una receta?
| Seguir una receta | Formular desde cero |
|---|---|
| Copias una fórmula ya hecha | Diseñas tu propia fórmula |
| No sabes si se adapta a tu piel | La adaptas a tu tipo de piel |
| No entiendes cada ingrediente | Comprendes la función de cada ingrediente |
| No sabes cómo modificarla | Sabes reformular y ajustar |
Seguir una receta es simplemente eso, hacer exactamente lo que pone usando las cantidades que te dice. Pero si te falta un ingrediente, no sabes cómo sustituirlo. Formular es crear tú misma la receta: sabes por qué has elegido cada ingrediente y su función dentro de la fórmula. Eso te permite modificarla para adaptarla a las necesidades de tu piel e incluso al clima en el que te encuentres.
¿Por qué es tan importante aprender a formular?
- Porque cada piel es distinta y ninguna receta estándar puede cubrirlo todo.
- Porque quieres crear productos que realmente funcionen para ti, no solo que “salgan bien”.
- Porque entender lo que haces te da libertad: puedes simplificar, experimentar, innovar.
¿Por dónde empezar?
Puedes aprender a formular desde casa con lo que ya tienes, una libreta y muchas ganas de aprender.
Lo primero es entender la estructura de una fórmula: qué fases hay, que ingredientes se usan en cada una y cómo se combinan.
Y eso es justo lo que te voy a contar en el post de la próxima semana.
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Hay algo profundamente satisfactorio en usar una fórmula que creaste tú misma, sabiendo exactamente por qué funciona. Después de eso, seguir recetas al azar deja de tener sentido.
Bienvenida a este nuevo camino 💚
